Una ola que no conocíamos, que ni siquiera sabíamos si se surfeaba, 3 amigos, adrenalina, una foca, frío y el agua a unos 9 grados. Al final de la sesión y con los últimos rayos de luz salía nadando del agua con mi cámara y sentía una sensación única e inolvidable. Precisamente de estos momentos es de los que me acuerdo cuando saco fotos y de por qué lo hago.
Ayer mi colega Toral me mandaba un vídeo sobre un fotógrafo que conocí en Australia y que hace lo que algunos no eramos ni siquiera capaces de imaginar. Hace unos dos años encontré un reportaje de la primera sesión con fish eye de un fotógrafo en The Right, una ola del SW de Australia que ha hecho que lo que pudiera ser un montaje de photoshop hace 10 años ahora no le sea. En esa primera sesión el fotógrafo comentaba que cuando se iba a tirar de la moto de agua un tiburón de unos 4 metros pasó a su lado, aún así el fotógrafo se tiró al agua y estuvo sacando fotos con fish eye en olas de 4 a 5 metros más anchas que altas. Para el que no lo sepa, cuando se usa un objetivo fish eye hay que estar en el punto más crítico de la ola para que el resultado sea decente, si a eso le sumas posiblemente el slab que más tamaño aguanta del mundo y criaturas de 4 metros con capacidad, que no voluntad, para devorarte en un par de segundos, está claro que algo muy grande te mueve por dentro para llegar hacerlo. No tengo aquel reportaje pero juraría que era Rusell el fotógrafo de aquella sesión. El día que hablé un poco con él en su exposición conocía poco de su trabajo, simplemente me sonaba como que era uno de los "grandes". Ni que decir que sus fotos se salían de lo común, su luz, su revelado, sus olas, todo tenía algo especial, algo que le hace marcar la diferencia. En el vídeo que aquí pongo se hace intuir lo que hay detrás de este fotógrafo y de tipos como él.
A continuación os dejo con unas instantáneas de aquella sesión y el vídeo del fotógrafo Russell Ord. (click en el nombre para ver su página).
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